Ir al contenido principal

Reflexiones sobre la verdad

Hay gente —más de la que uno quisiera— que nunca se ha tomado el trabajo de buscar la verdad. No porque no puedan, sino porque, en algún momento, decidieron que era más fácil vivir con lo que otros ya habían decidido por ellos. 

Entonces van por la vida repitiendo verdades prestadas, heredadas, a veces impuestas, sin someterlas al menor temblor de una duda, como si pensar fuera una molestia prescindible. Y tal vez lo es, en un mundo donde pensar cuesta caro y los que mandan prefieren súbditos obedientes antes que mentes que se pregunten cosas raras.

El problema —si uno quiere llamarlo así— es que razonar no es cómodo. No hay garantías. Pensar de verdad es un camino lleno de curvas, uno que exige esfuerzo y a veces no lleva a ninguna parte visible. Entonces muchos prefieren no salir. Quedarse en casa, con la verdad bien envuelta en papel de diario viejo.

Lo cierto es que nadie ha logrado atrapar una verdad absoluta. Ni en la ciencia, ni en el arte, ni en las mesas de café. Hay verdades individuales, esas que cada uno arma como puede; verdades sociales, que son como acuerdos tácitos para que el mundo no se caiga a pedazos; y después está esa otra, la objetiva, la que —dicen— existe aunque nadie la vea, como un gato que maúlla en una habitación cerrada. Esa es la que se busca. Y también la que se escapa.

A veces, lo que creíamos verdad cambia de forma, como esas figuras que uno mira de frente y parecen una cosa, pero al moverse un poco revelan otra completamente distinta. El agua, por ejemplo, era líquida hasta que alguien la encontró congelada o hecha vapor. La luz era una onda, hasta que también resultó ser partícula. Y así seguimos, quitándole capas a las cosas, como si alguna vez fuéramos a llegar al hueso último, ese que nadie ha tocado.

En la imagen, la verdad de la figura depende del lugar desde donde se la mire. Y eso no es relativismo barato, sino simple evidencia de que mirar desde otro ángulo puede cambiarlo todo. Por eso vale la pena buscar, preguntar, torcer el cuello si hace falta. Porque en una de esas, el punto de vista del otro no es el tuyo, pero tampoco está tan equivocado.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Alejandro Palma – Escritor

Bienvenido a este blog  =) Siempre que encuentro un escritor nuevo me pregunto ¿sobre qué escribe? ¿conectaré con su narrativa? Aquí no hay certezas, sólo pasadizos. Pero si los recorres, puedes encontrar ideas a esas preguntas. Este blog es una biblioteca que se sueña a sí misma, un tablero donde el lector mueve piezas que ya fueron movidas por otro. Los textos no buscan respuestas, sino preguntas más interesantes. A veces son cuentos disfrazados de ensayos; otras, espejos que sólo reflejan si uno los mira de perfil. Se recomienda entrar sin apuro y salir sin haber entendido todo. ¿Qué encontrarás aquí? Literatura contemporánea e independiente escrita desde Chile, entre lo cotidiano y lo simbólico, con mirada crítica, sensible y reflexiva. Narrativa breve, cuenmas (esa mezcla entre cuento y poema), reflexiones, ensayos, libros, preguntas. Textos que buscan sentir y pensar al mismo tiempo, con raíces locales y mirada universal. Talleres de lectura y escritura.    Mis Libr...

Arte poética y poesía en 2020

Escribir poesía es difícil (y muy valioso). Escribir buena poesía es mucho más difícil. (Y muchas veces poco valorado). Encontrar gente que hoy lea poesía es probablemente un hayazgo en sí mismo, semejante a encontrar una especie que se creía perdida o en vía a la extinción. Así, lectores y poetas parecen estar en peligro de extinguirse. ¿Qué le ha sucedido a la poesía? Quizá sea que son muchos los malos poemas, y entonces aleja a quien verdaderamente y con buenas intenciones comienza a buscarla. Quizá los memes sean la nueva poesía (es decir, una nueva forma de poesía extraña. Si busco  #poesia  en Instagram aparecen frases, memes y textos fáciles de amor y pseudoreflexiones con miles de ❤️ que incluso puede incluir gente en trajes de baño). Pero, contraintuitivamente, no aparece ningún poema, ninguna poesía. ¿Qué tan terrible puede ser esto? Pues nada, simplemente sugiere el tipo de sociedad que estamos viviendo. Por suerte, los verdaderos poetas son incansables, y dejan que...

Poema sobre la profundidad perdida – Una reflexión poética sobre el pensar que se apaga

  A veces la poesía no solo emociona: incomoda, sacude, interpela.  “ Poema sobre la profundidad perdida ” , es uno de esos textos que se animan a detener el tiempo y preguntarse qué ha pasado con la experiencia de pensar, con la belleza de la duda, con el arte —y el valor— de hacerse preguntas que no tienen respuesta inmediata. Este poema no habla de lo exterior, sino de una intimidad compartida : la desaparición lenta, casi imperceptible, de la profundidad en nuestras vidas cotidianas. Este poema puede funcionar como una invitación. No a cambiarlo todo, ni a volver al pasado, sino a recuperar pequeños actos de profundidad : leer sin prisa, conversar sin apuros, mirar el cielo sin filtros. En tiempos de velocidad, pensar con calma —aunque sea en silencio— puede ser un acto radical. Poema sobre la profundidad perdida Alejandro Palma Ya no se piensa por el goce de pensar, ni se pregunta por el sentido más allá de la urgencia de lo que se debe saber. Las palabras caen, rápidas...